La enfermedad diarreica aguda (EDA) continúa siendo una de las principales causas de consulta pediátrica a nivel mundial y una causa relevante de morbilidad, especialmente en menores de 5 años. Su adecuado abordaje clínico permite prevenir complicaciones graves como la deshidratación y los trastornos hidroelectrolíticos.
Definición
Se define como la presencia de tres o más deposiciones líquidas o semilíquidas en 24 horas, con una duración menor a 14 días. Puede acompañarse de vómitos, fiebre, dolor abdominal y compromiso del estado general.
Etiología
La mayoría de los casos son de origen infeccioso, predominando:
-
Viral (más frecuente):Rotavirus, norovirus, adenovirus, astrovirus.
-
Bacteriana:Escherichia coli, Shigella, Salmonella, Campylobacter jejuni.
-
Parasitarias (menos frecuentes):Giardia lamblia, Entamoeba histolytica.
En países en desarrollo, la contaminación de alimentos y agua sigue siendo un factor determinante.
Fisiopatología
La diarrea puede ser:
-
Osmótica: mala absorción de solutos (ej. intolerancia secundaria a lactosa).
-
Secretora: aumento de secreción intestinal (toxinas bacterianas).
-
Inflamatoria: daño de la mucosa intestinal (diarrea con moco o sangre).
El mayor riesgo clínico es la pérdida rápida de agua y electrolitos, especialmente sodio y potasio.
Evaluación clínica
El pilar del diagnóstico es la valoración del estado de hidratación, clasificando al paciente en:
-
Sin deshidratación
-
Deshidratación leve–moderada
-
Deshidratación grave
Signos clave:
-
Sed intensa
-
Disminución de diuresis
-
Letargia o irritabilidad
-
Ojos hundidos
-
Llenado capilar prolongado
Uso de paraclínicos
No se solicitan de rutina. Están indicados en:
-
Deshidratación moderada–grave
-
Diarrea con sangre
-
Fiebre persistente
-
Mal estado general
-
Lactantes pequeños o comorbilidades
-
Sospecha de sepsis o alteraciones electrolíticas
Manejo basado en evidencia
1. Rehidratación
Es la medida más importante.
-
Vía oral (preferida):Soluciones de rehidratación oral (SRO) según peso y grado de deshidratación.
-
Vía intravenosa:Indicada en deshidratación grave, vómitos incoercibles o choque hipovolémico.
2. Alimentación
-
Continuar lactancia materna.
-
Reinicio temprano de la alimentación.
-
Evitar ayunos prolongados.
-
No se recomiendan dietas restrictivas de rutina.
3. Medicamentos
-
Antibióticos: solo en casos seleccionados (disentería, cólera, infecciones bacterianas confirmadas).
-
Antieméticos: ondansetrón en vómitos persistentes seleccionados.
-
Zinc: recomendado en menores de 5 años por la OMS (10–20 mg/día por 10–14 días).
4. Enfoque integrativo
-
Probióticos con evidencia (ej. Lactobacillus rhamnosus GG, Saccharomyces boulardii).
-
Corrección de disbiosis intestinal postinfecciosa.
-
Homeopatía médica individualizada como complemento en casos seleccionados, especialmente para disminuir duración de síntomas y favorecer recuperación funcional intestinal.
Signos de alarma
-
Letargia o compromiso neurológico
-
Incapacidad para beber
-
Vómitos persistentes
-
Sangre en heces
-
Fiebre alta sostenida
-
Oliguria o anuria
Puntos clave
La EDA es una enfermedad generalmente autolimitada. El éxito del manejo depende más de una adecuada rehidratación y educación familiar que del uso de medicamentos.
Bibliografía
-
World Health Organization (WHO). Diarrhoeal disease – Fact sheet. Actualización 2023.
-
American Academy of Pediatrics. Red Book: 2024–2027 Report of the Committee on Infectious Diseases.
-
UpToDate. Acute infectious diarrhea in children: Clinical features and diagnosis.
-
ESPGHAN/ESPID Guidelines for the management of acute gastroenteritis in children. J Pediatr Gastroenterol Nutr.
-
Guarino A et al. European Society for Pediatric Gastroenterology, Hepatology, and Nutrition guidelines for acute gastroenteritis. 2018–actualizaciones.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario